El nuevo reglamento de extranjería en España, que entra en vigor en mayo de 2025, introduce diversas modalidades de arraigo diseñadas para facilitar la regularización de extranjeros en el país. A continuación, te presentamos los principales tipos:
El arraigo social permite regularizar a personas extranjeras que lleven al menos tres años viviendo en España y cuenten con vínculos familiares en el país (cónyuge, pareja registrada, o hijos menores) o un contrato laboral. Además, deben demostrar integración mediante cursos o certificaciones emitidas por las autoridades locales.
El arraigo laboral aplica para extranjeros que puedan acreditar haber trabajado en España durante un mínimo de seis meses, aunque hayan estado en situación irregular. Es necesario contar con pruebas de la relación laboral, como resoluciones judiciales o actas de inspección.
Esta modalidad está destinada a aquellos que tienen vínculos directos con ciudadanos españoles o residentes legales, como hijos menores, progenitores, o cónyuges. Es un procedimiento ágil y orientado a la protección de la unidad familiar.
Este nuevo tipo de arraigo, introducido en el reglamento de 2025, permite regularizar a extranjeros que deseen realizar formación profesional o académica en España. Los solicitantes deben comprometerse a cursar estudios reconocidos durante un período mínimo de seis meses.
Esta modalidad beneficia a quienes colaboren activamente con las autoridades españolas en investigaciones, procedimientos judiciales, o situaciones de interés público. Es un reconocimiento al aporte de estas personas en la mejora de la sociedad.
Este reglamento busca ofrecer alternativas a los extranjeros en situación irregular, fomentando su integración y contribución a la sociedad española. Es importante estar al tanto de los requisitos específicos y acudir a profesionales para recibir asesoramiento adecuado.
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